Para los analistas, el retroceso se debió al cepo cambiario, que afectó las decisiones de inversión, y a la menor obra pública; siguen bajando los permisos de edificación y los empresarios del sector son poco optimistas.
Afectada por el cepo cambiario y por el estancamiento de la obra pública, la construcción cerró el año pasado con la peor caída interanual desde 2002. Además, de acuerdo con la evolución de los permisos de edificación y las previsiones de los empresarios encuestados, la recuperación del sector durante este año será modesta.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en diciembre del año pasado la actividad de la construcción registró una caída de 8% frente al mismo mes de 2011. De este modo, para el acumulado anual, la construcción verificó una baja de 3,2%, la más pronunciada desde 2002, cuando el sector, en medio de la crisis económica que atravesaba la Argentina, se había desplomado 28,3%. Desde ese año la construcción sólo se había contraído en 2009 (-2%), año en que, según las cifras oficiales, la economía creció 0,9%, aunque para varias consultoras el resultado fue negativo.

Para la coordinadora de Análisis Macroeconómico de abeceb.com, Soledad Pérez Duhalde, lo que motivó la caída de la construcción en 2012 "fueron las propias políticas del Gobierno, específicamente el cepo cambiario". Pérez Duhalde explicó que el surgimiento del dólar paralelo "provocó una indeterminación en el precio final de los inmuebles" y eso generó un freno en la actividad. "La construcción siempre se midió en dólares; ahora tenés dos o más precios y no sabés cuánto va a valer el inmueble. Eso retrasa las decisiones de inversión", dijo.
Algo similar opinó el economista jefe de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina: "En la Argentina la cultura es que los departamentos se coticen en dólares, pero en la actualidad no se sabe cuál va a ser el precio final. Es como un efecto dominó, se dejaron de vender departamentos usados y se frenaron los proyectos nuevos. Hay mucha incertidumbre en los desarrolladores, que no saben si van a poder vender una nueva unidad".
Las cifras del Indec muestran que, salvo "construcciones petroleras", todos los subsectores mostraron resultados negativos en 2012. La construcción de edificios para vivienda cayó 2,4% y la de "edificios para otros destinos", 4,6%. Por el lado de las obras públicas, las viales cayeron 6,5% y las "otras obras de infraestructura", 7,3%. Según Pérez Duhalde, la baja en la obra pública se debió al mal estado de las cuentas fiscales. Para ella, la obra pública "fue la variable de ajuste".
La menor actividad en la construcción provocó una caída en los puestos de trabajo en el sector. Según el último informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), en el acumulado de enero a noviembre el empleo en el sector se redujo, en promedio, 3,9% frente al mismo período de 2011. En noviembre (último dato disponible), hubo 400.626 puestos de trabajo registrados, casi 38.000 menos que un año atrás.
El Ieric también señala que "la cantidad de firmas que desarrollan su actividad en la industria de la construcción culminó 2012 un 0,8% por debajo del año anterior", aunque más adelante menciona que esa caída no fue tan pronunciada como la de 2009.
Pero la menor actividad de la construcción no afectó únicamente a las firmas del sector, sino también a sus proveedores. El informe del Indec señala que en 2012 las ventas de insumos como cemento, hierro, pinturas y pisos y revestimientos registraron bajas frente a 2011.
Las perspectivas para este año tampoco se presentan muy alentadoras. En diciembre, los permisos de edificación (medidos en superficie) en 42 municipios alcanzaron su novena baja interanual consecutiva. Para el propio Indec, "los permisos de edificación privada constituyen un importante indicador de las intenciones de construcción por parte de los particulares, anticipando la futura actividad de la construcción".
Tampoco son buenas las expectativas de los empresarios encuestados por el organismo oficial. Apenas el 7,1% de los que realizan obras privadas y el 17,1% de los que se dedican a obras públicas creían que la actividad se iba a incrementar en enero. Sigaut Gravina señaló que el mayor optimismo de los que hacen obras públicas se debe a que, por tratarse de un año electoral, se espera que se acelere el gasto público. Pérez Duhalde también mencionó ese repunte, pero acotó que el peso del sector público en la construcción es menor que el del sector privado.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario